jueves, 2 de febrero de 2012

La gemela desvela los secretos de la Gioconda

La pinacoteca española revela que la copia que guarda desde hace años es la primera réplica de la obra maestra de Da Vinci, realizada de forma simultánea en el mismo taller.


De izquierda a derecha: La Gioconda del Louvre, el cuadro del Prado antes de la restauración y un detalle tras ser restaurado.


La Gioconda luce cejas. Muy finas. Casi estilo años sesenta del siglo XX. El escote de su vestido está adornado con una especie de dibujos de cenefas y el manto que la cubre tiene multitud de pliegues. El paisaje también se ve más nítido. Se observan las montañas y los ríos. Una luz resplandenciente ilumina todo el cuadro. Nada que ver con esa sombra velada a la que el espectador está acostumbrado y que le dan ese toque misterioso que ha generado novelas, ensayos y todo tipo de teorías sobre su sonrisa e identidad.

Este luminoso retrato, con trazos de haber salido recientemente del taller de pintura de Leonardo da Vinci, es el nuevo gran hallazgo del mundo del arte, según el Museo del Prado de Madrid. Se trata de una copia del mismo tamaño que la Mona Lisa que guardaba la pinacoteca desde hace más de 14 años y que ahora, después de un trabajo de restauración de dos años, se ha desvelado como la primera réplica conocida del famoso lienzo, realizada en el mismo taller y al mismo tiempo que el genio italiano daba cuerpo a su Gioconda. "Gracias a las investigaciones hemos descubierto que el autor utilizó las técnicas del taller de Leonardo y eso nos permite decir que se hizo allí. Esto es lo más importante", recalcó ayer Miguel Falomir, jefe del Departamento de Pintura Italiana del Renacimiento del museo, quien a su vez descartó que la mano de Leonardo se halle detrás. Los expertos atribuyen la autoría a Francesco Melzi, uno de los ayudantes del creador deLa última cena, que entró en su taller en 1506, el mismo año que Da Vinci terminó la Gioconda.


Revelación fortuita
La revelación pictórica, con la que escritores como Dan Brown andarían frotándose las manos, apareció ayer por primera vez en la revista especializada en arte The Art Newspaper. El artículo informaba de la conferencia que dio hace dos semanas Ana López Mozo, miembro del gabinete de restauración del museo español, en la National Gallery de Londres. En ella señalaba que la Gioconda del Prado podría tener un valor mucho mayor que el que hasta ahora se había atribuido. Es más, ese lienzo podría desvelar muchos de los secretos que aún esconde esta Mona Lisa, uno de los pocos cuadros que Da Vinci se llevó a París tras abandonar Italia.

Casi todos los descubrimientos están dotados de casualidades y elementos fortuitos. Y en este, por supuesto, no falta el azar. O la suerte.


No obstante, cuando hace dos años el museo del Louvre pidió el lienzo con motivo de la muestra que preparaba para marzo de 2012 sobre el cuadro de Leonardo
La Virgen, el Niño y Santa Ana, comenzaron nuevos trabajos de restauración. Para entonces, los expertos sostenían que este cuadro, que ya había sido expuesto con anterioridad, era una copia más de las "muchas" que existen sobre la obra maestra. Dos razones llevaban al engaño: el lienzo estaba cubierto con un repinte negro y se creía que el marco era de roble, lo que hacía pensar a los expertos que era una copia flamenca realizada bastantes años después del original.La Gioconda española se halla en nuestro país desde las primeras décadas del siglo XVII. Perteneció a la Antigua Colección Real hasta que pasó a manos del Prado. Desde entonces nunca se ha movido de allí, lo que, según señaló Falomir, "ha permitido que se conserve tan bien. Ha estado 400 años en las mismas condiciones climáticas".

Sin embargo, cuando las máquinas de infrarrojos y las radiografías comenzaron a dar los primeros resultados, las restauradoras, Ana González Mozo y Almudena Sánchez, se dieron cuenta de que quizás tenían entre manos algo más grande de lo previsto.


No obstante, quedaban más misterios por desvelar de aquella copia tan perfecta: ¿podría ser el autor Leonardo? Y si no, ¿quién podría hallarse detrás de esta copia? ¿Cuándo había sido hecha? La aparición de las cejas, de los pliegues del vestido y, sobre todo, una factura en la pintura diferente a la que utilizaba Da Vinci, mostraron las primeras diferencias con respecto al cuadro original. Sin embargo, algo hacía pensar que su creador podría encontrarse muy cerca del autor de
La dama del armiño."Tras el análisis de los pigmentos vimos que debajo del fondo negro había un paisaje que era extraordinariamente similar al de la Gioconda original. Y vimos que el retinte se había hecho 250 años después. No sabemos muy bien por qué, quizá por la moda de aquella época", explicó Falomir. También comprobaron que el marco no era de roble, sino de nogal. Y aquel dato apuntaba directamente a la escuela italiana.

Las técnicas del copista

"Hay cinco cuadros que Leonardo se llevó a Francia y han sido muy pocas veces investigados. Ahora estamos intentando entender cómo trabajaba Leonardo. Y lo que nos hemos dado cuenta con esta obra es que utiliza sus mismos trazos", explica la restauradora Ana González Mozo. A pesar de que la factura pictórica sea distinta, la mano que movía el pincel sigue las mismas líneas que las del pintor florentino. "Si se miran ambos cuadros, parece que se han realizado a la vez. Es como si estuviéramos en el mismo taller al lado del propio Leonardo", incide Gabriele Finaldi, subdirector del Prado.

Una de las técnicas más conocidas del genio es el esfumato. Este consiste en una superposición de varias capas de pintura suaves, lo que da un efecto de vaporosidad. De ahí que la Giocondaoriginal tenga ese halo misterioso en sus contornos. En la réplica, estas transiciones del color son aún más evidentes, lo que se explica por cómo ha afectado el tiempo a una y otra obra. Este factor también revela por qué la réplica conserva más detalles que la original. "Desde luego, si el cuadro del Louvre se limpiara, aparecería esta réplica", admite Finaldi.

En la revista The Art Newspaper se citaban dos posibles autores, Malzi o Andrea Salai, ambos ayudantes de Leonardo en aquella época. Los expertos del Prado apuestan, sin embargo, por el primero, ya que, aunque no se conocen obras suyas, "a Malzi se le han solido atribuir más copias", insiste Finaldi.

Esta nueva Gioconda, la copia más antigua que se conoce, podrá verse en el Louvre, en la exposición que se abrirá a finales de marzo. No es probable que luzca al lado de la original, puesto que esta no se puede trasladar debido a su estado de conservación. Sin embargo, los expertos coinciden en que la réplica aún puede dar muchas sorpresas. "Aún es una obra que está en proceso de restauración", afirman. A finales de febrero pretenden poner fin al misterio. Y este podría ser también un buen punto y final a una de esas novelas de cuadros y conspiraciones de Dan Brown.

Fuente:Elpublico.es







Fallece la premio Nobel Wislawa Szymborska

La escritora, una de las autoras más relevantes de la literatura polaca, murió ayer a los 88 años

Wislawa Szymborska.

La poeta y crítica literaria Wislawa Szymborska, premio Nobel de Literatura en 1996, murió ayer a los 88 años en Cracovia, víctima de un cáncer

de pulmón. “Falleció en casa, tranquila, mientras dormía”, explicó a la prensa su secretario personal, Michal Rusinek.

Aunque Szymborska, nacida en Kornik (oeste de Polonia) en julio de 1923, era la poetisa más conocida de Polonia, tuvo que esperar hasta la concesión del Nobel para que su obra llegase al resto del mundo.

En su creación fueron temas recurrentes la memoria, la belleza y la condición humana. La autora destacó por una poesía llena de juegos de palabras, presentes desde su primer poema, Buscando una palabra, publicado en un diario local en 1945.

Entre 1953 y 1981, trabajó como editora de poesía y columnista en un semanario de Cracovia. En aquella época, también publicó diversos

ensayos y artículos y ejercía la traducción de poemas franceses al polaco.

Según señaló en una entrevista que le realizó el escritor Félix Romeo con motivo de la publicación en castellano de su Poesía no completa, todos sus poemas nacían del amor: “Diría que incluso aquellos que transmiten el mal tienen en el fondo una forma de amor hacia el mundo. Estoy convencida. Y, si no es así, lo siento por esos poetas”.

Nunca renegó del humor como parte de sus poemas: “Mi poesía, como la vida, es una moneda: tiene una parte trágica y una parte cómica”, afirmó una vez. Ayer falleció dejando a los lectores 16 colecciones de poesía.

  • Fuente: Elpublico.es

miércoles, 1 de febrero de 2012

Javier Calvo gana el Biblioteca Breve de novela con ‘El jardín colgante’

El escritor catalán Javier Calvo (Barcelona, 1973) ha ganado el premio de literatura Biblioteca Breve con la novela El jardín colgante. El galardón, que otorga la editorial Seix Barral, se ha fallado hoy en Barcelona y está dotado con 30.000 euros. 
Con su novela, Calvo desmonta la gris transición española y la reconstruye ajustándola a su fantasmagórico universo. Habla la obra de una época en la que los espías eran espiados y el estado “se acodaba en cualquier barra para tomarse una copa con la organización terrorista de turno".
El jurado --integrado por José Manuel Caballero Bonald, Alicia Giménez-Bartlett, Pere Gimferrer, Elena Ramírez y Gonzalo Suárez-- calificó la obra de "novela transgresora y provocadora", en parte por la espectacular mezcolanza de géneros que presenta: ciencia-ficción, policiaco y hasta aires de cómic. 
El propio autor justifica la fórmula híbrida por la excepcionalidad del contexto en la que lo escribió. "La novela está escrita durante el 2011, año indescriptible y extraño; vi cosas que nunca había visto antes, como la plaza de Catalunya llena de gente llamando a la revolución; la magia negra del capitalismo salvaje con agencias de calificación expulsando a políticos de sus cargos... y todo con la sensación de que no había futuro, de que todo se había acabado".
En ese contexto físico y mental, Calvo admite que se preguntó "cómo había empezado todo esto y elegí el año 1977, cuando en principio arrancó la España democrática". Es en ese contexto donde, con Barcelona como fondo, ubica a Arístides Lao, agente de mente tan prodigiosa como cargado de problemas de sociabilidad que es destinado a luchar contra una misteriosa organización terrorista de extrema izquierda. Calvo no esconde que la obra puede verse como "una continuación no estricta" de su novela Corona de flores por mantener un hilo conductor policial. "Es más de género negro que de ciencia-ficción", admite, tras saberse que el argumento incorpora también la presencia de un meteorito.
En cualquier caso, no desentona en su ya notable trayectoria literaria porque Calvo --escritor, traductor de autores tan reputados y rompedores como David Foster Wallace y coleccionista de libros, es ya autor de novelas como El dios reflectante (Mondadori, 2003), Mundo maravilloso (Mondadori, 2007, finalista del Premio Fundación José Manuel Lara) y Corona de flores (Mondadori, 2010). Como autor de narrativa breve, ha publicado Risas enlatadas (Mondadori, 2001), Los ríos perdidos de Londres (Mondadori, 2005) y Suomenlinna (Alpha Decay, 2010). Sus novelas se han traducido al inglés, francés, alemán e italiano.
El premio Biblioteca Breve nació 1958 cuando los críticos literarios José María Castellet y José María Valverde, y los editores Víctor Seix, Juan Petit y Carlos Barral se juramentaron para crear un galardón que, en la estela del premio Nadal, abriera camino a los más jóvenes y renovadores escritores. A Luis Goytisolo, quien se hizo con el primer Breve, le seguirían Juan García Hortelano (1959), Mario Vargas Llosa (1962), Juan Marsé (1965), Juan Benet (1969), Jorge Volpi, o, tras su interrupción entre 1972 y 1999, Juana Salabert (2001), Juan Bonila (2003), Guillermo Saccomanno (2010) o, el año pasado, Elena Poniatowska - fuente:  Rosa Mora - El pais