lunes, 13 de junio de 2011

La hora de los discípulos de Orwell

A los vampiros y elfos les ha salido un fuerte rival: las distopías. Aventuras y amor en sociedades del futuro sumisas al autoritarismo. Ally Condie, con Juntos, es la atracción del momento.




Ally Condie trasnocha para no restar atención a sus tres hijos con la escritura. Encarna a la perfección el estereotipo de soccer mom de un suburbio en la conservadora Salt Lake City, la capital de Utah y cuna de la Iglesia mormona. Es decir, una mamá centrada en llevar a sus niños a los partidos, pasar el fin de semana en un mall y llenar el jardín de huevos de chocolate en Pascua. Ni siquiera ella pensó que se convertirá en una superventas con la trilogía Juntos, del que Montena acaba de publicar el primer tomo. Quién iba a pensar que la poderosa Penguin sería capaz de pagar una cantidad de siete cifras por una escritora anónima tras una tensa puja con otros seis grandes sellos. ¡Y que saldría al mercado con 250.000 ejemplares! Bingo.



Entre tanto vampiro, elfo y adolescente desatado, el género distópico gana adeptos con novelas como Juntos, Los juegos del hambre (Suzanne Collins) o Soy el número cuatro (Pittacus Lore). Distopía, antónimo de utopía, describe unas sociedades futuras pero cercanas en el tiempo, en las que un Estado autoritario o totalitario manipula y controla bajo una fachada de benevolencia a una sociedad sumisa y triste. Ficción en la que, como es de esperar, el protagonista se rebela. En Juntos es Cassia, una chica de 18 años a la que el Gobierno empareja con su "hombre ideal" tras estudiar sus gustos y aficiones. A los 21 se casará y a los 24 será madre. Un tercero en discordia, tratado como un paria por la sociedad, le lleva a replantearse su vida taciturna en una sociedad en la que se controlan los sueños, todos visten igual con colores apagados y viajan en trenes que circulan por el aire.
"Me encantó 1984, de Orwell. Todos los escritores de novelas distópicas tenemos una deuda con él. Fue la primera novela de este género que leí y fue una experiencia inolvidable. Me he inspirado en varios autores, pero sobre todo en Lisa Mangum y Becca Wilhite, que son maravillosas". En su opinión, el mercado de literatura juvenil ha estallado y es "una habitación en la que cabe todo, también lo distópico, y eso resulta muy excitante para los lectores".
Más de treinta países han publicado ya Juntos. Condie saca pecho tras las buenas críticas recibidas y el aval de haber sido libro del mes en Amazon y de la temporada para la Asociación Americana de Libreros Independientes, amén de número 1 en ventas juveniles en su país. En la trama hay un claro equilibrio entre la aventura -que engancha a los chicos- y el romance, que embelesa a las adolescentes. "No lo he hecho conscientemente. Juntos trata sobre todo la historia de una chica que está aprendiendo. En la segunda parte hay mucha más acción. Tengo tres chicos y espero que un día quieran leer mis libros".

"Juntos trata de una oligarquía en contraposición a las dictaduras. Lo que he querido destacar es el miedo y las dificultades que pasamos cuando nadie está a cargo y no sabemos a quién quitar el poder. No creo que la gente ahora sea conformista. Realmente los jóvenes son nuestra única esperanza de que las cosas cambien y el mundo sea mejor". La idea de Juntos proviene de varias experiencias: "Personales, como el recuerdo de ir acompañado al baile del instituto; y universales, como enamorarse y convertirse en padre".
Condie -al igual que autores como Knister (Kika Superbruja) o Roberto Pavanello (Bad Pat)- fue durante años profesora. En su caso de inglés en institutos de Nueva York y Utah: "Me encantaba enseñar y es algo en lo que siempre pienso cuando estoy escribiendo. Lo echo mucho de menos. Me interesan los jóvenes que están experimentando todo por primera vez".
No hay best seller juvenil que no se convierta en película de mano de los grandes estudios que parecen haber encontrado en ellos un auténtico filón. Michelle y Kieran Mulroney, guionistas de la segunda parte de Sherlock Holmes, trabajan ya en su versión cinematográfica por encargo de Disney/Offspring Entertainment. "Yo me mantengo al margen", asegura Condie, a diferencia de la autora de Los Juegos del Hambre, Collins, que se ha volcado en la versión cinematográfica que se rueda estas semanas.
Condie dice no sufrir el síndrome del segundo libro. Le puede la ilusión: "Estoy ansiosa de ver cómo reacciona la gente ante la continuación. Ya he escrito el segundo y tengo el bosquejo del tercero. No creo que haya un cuarto libro, pero todo es posible". La opinión de los lectores y los medios no ha cambiado "ni un ápice mi forma de escribir la historia". "Supe desde el principio hacia dónde debía encaminarme y me encanta que los lectores se hayan sumado a este viaje del que se liberarán tras dos libros".


Fuente: ElPais.com.Babelia