sábado, 11 de diciembre de 2010

Leer escuchando

El audiolibro es un medio de comunicación útil cuando la lectura directa no es posible. Permite conservar materiales que de otra manera podrían deteriorarse y perderse.









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Permite llevar a cabo otras actividades mientras se los ejecuta: conducir, caminar, tomar sol, cocinar, etc. Es fácil de descargar, de ejecutar y económico. Fomenta la lectura y promociona el contenido más que el formato escrito.

El destino de este tipo de comunicación puede ser:
  • Todo aquel que disfruta al escuchar.
  • Personas ocupadas, con falta de tiempo para leer.
  • Personas con dificultades en la visión o incapacitadas para entender signos como en el caso de los dislexicos.
  • Personas que no están todavía alfabetizadas, como un paso para aumentar la capacidad de atención y la concentración.
  • Personas estudiantes de idiomas como el español o el inglés, a las que les convenga escuchar textos leídos en esos idiomas como ejercitación.
  • Niños y jóvenes, muy familiarizados con los medios audiovisuales y que necesitan un mayor estimulo para prestar atención.
  • Personas que pasan mucho tiempo viajando, tanto si conducen el vehículo como si son llevados, al practicar ciertos deportes o al realizar trabajos repetitivos...
  • Nos acercan de una manera más vívida y personal la información de los libros, facilitando así su recuerdo.
  • Personas sin hábito de lectura.